El cepillado de dientes, importancia y técnicas

Hemos oído hasta la saciedad hablar de la importancia que tiene mantener una correcta higiene bucal, pero pocos de nosotros sabemos que esta limpieza está directamente relacionada con el sistema digestivo. Y es que es la boca el primer elemento por el que pasan los alimentos para su procesamiento posterior en el estómago, así que si nuestras encías, lengua o dientes están enfermas, el resto de nuestro organismo se verá afectado al pasar las bacterias de la boca al proceso de digestión y, de ahí, al resto de nuestro cuerpo.

La salud buco dental tiene por tanto un doble interés para mantenerla en óptimas condiciones. Por un lado, evitar dañar a nuestro organismo, debilitándolo con posibles infecciones y, por otro lado, tener una imagen sana que nos mantenga dentro de los parámetros estéticos que exige la sociedad y, por lo tanto, logremos que nuestra autoestima tenga unos niveles elevados y nos ayude a ser felices y llevar una buena calidad de vida.

En la higiene bucal u oral se incluyen todos los procesos necesarios para mantener limpios y sanos tanto las encías, como los dientes y lengua, en definitiva, toda la boca. Como consecuencia de ello, tendremos un aliento siempre fresco, unas piezas dentales en buena forma que nos duren toda la vida y un organismo interno protegido, al menos de las infecciones que pueden provenir de la boca.

La higiene dental debe ser primordial para lograr este efecto en nuestro cuerpo, y para ello existen diferentes técnicas con las que optimizaremos la limpieza.

Técnicas para el cepillado de los dientes

Antes de entrar en los distintos tipos de técnicas existentes, merece la pena resaltar que es mucho más importante la calidad del cepillado que la frecuencia con la que se realice, siendo lo aconsejable dos veces al día. Así mismo, hay que darle mayor importancia al cepillado nocturno, ya que es cuando se libera más placa bacteriana.

Las técnicas más eficaces son:

  1. Técnica de Bass; considerada la más efectiva. Con el cepillo inclinado 45 º se realizan repetidos movimientos vibratorios en la parte vestibulocervical y linguocervical, pero sin desplazar el cepillo de su punto de apoyo. Movimientos cortos flexionando las cerdas del cepillo sobre sí mismas, sin desplazamientos. Con este movimiento se desmenuza la placa bacteriana eficazmente. En la cara oclusal, los movimientos han de ser de fregado rápido para no dejar rastro de los alimentos.
  2. Técnica de Stillman; aplicando un nivel de dureza media o blanda, también con un ángulo de 45º con el eje del diente y presionando levemente sobre la encía, cuando las cerdas se doblen se inicia el movimiento del cepillo hacia abajo con un giro suave del mango. Posteriormente, el cepillo se coloca con una presión más fuerte de forma perpendicular al eje longitudinal del diente y se mueve hacia arriba. Se ejerce un giro continuado colocando las cerdas sobre las superficies vestibulares e interdentales. Con esta técnica se eliminan mejor las acumulaciones marginales de placa bacteriana.
  3. Técnica de barrido horizontal; en este caso las cerdas del cepillo se colocarán de forma perpendicular sobre los dientes y se efectuarán movimientos horizontales hacia atrás y hacia delante. Para esta técnica es preferible usar cepillos suaves e incluso extrasuaves para no lesionar la encía. Está especialmente indicada para pacientes con ortodoncia, aunque también está indicada para pacientes sanos con o sin lesión gingival, niños mayores, ancianos y personas con pequeña dificultad motora.
  4. Técnica de Roll o rotacional; en esta ocasión colocaremos solo los costados de las cerdas contra la encía. A continuación, se presiona y se rota el cepillo hacia abajo en maxilar y hacia arriba en mandíbula. Se estima que para una limpieza en profundidad se deben realizar de ocho a doce movimientos por zona. Por el contrario, las caras oclusales se limpian de atrás hacia delante, preferiblemente en forma circular.
  5. Técnica de Chartes; para esta última técnica, vamos a colocar las cerdas de los cepillos de dureza media entre los dientes con dirección hacia la oclusal, realizando repetidos movimientos circulares sin desplazamiento de cepillo. Continuamos con una leve vibración mientras nos desplazamos desde el extremo hasta el borde gingival. Se recurre a esta técnica cuando se quiere complementar la mejora en la higiene bucodental de los pacientes, así como para aquellos que se han sometido a cirugías periodontales. Muy útil para limpiar las áreas interproximales más amplias.
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