Implantología dental para mejorar el aspecto personal y su precio
En un mundo basado fundamentalmente en la imagen, cuidar de todos y cada uno de los aspectos físicos, que pueden afectar de una manera positiva a la estética, se convierte en un factor clave para aumentar la calidad de vida personal.
Y es que, inevitable e invariablemente, somos mejor tratados, las puertas se abren más fácilmente y las cuestas duran menos si nuestro físico es agradable a los demás. Con toda seguridad, habremos comprobado cómo alguien con aspecto distinguido es mejor tratado en un restaurante, en el banco, en oficinas, en el trabajo… que otro con una estética de mendigo.
Es una ley no escrita en este tipo de sociedad que se sostiene, como decimos, en la imagen principalmente. La calidad del pelo, el aspecto de la piel, un físico bien proporcionado y una boca completa y saludable son los cuatro elementos básicos a partir de los cuales se crea un aspecto atractivo.
La implantología dental juega un papel decisivo en este sentido, pues además de mejorar la funcionalidad de la boca, perfecciona estéticamente a los pacientes, un fin que cada día que pasa adquiere mayor relevancia, más aún cuando los espacios carentes de dentición son apreciables a la vista, es decir, se sitúan en zonas clave para la apariencia física.
Adiós a los complejos
No solo en ser tratado con educación, acceder a mejores puestos de trabajo, o en que se tenga más o menos éxito en las relaciones actúa una buena formación dentaria. Es habitual comprobar cómo las personas que tienen huecos en su dentadura cargan con cierto grado de complejo; se esfuerzan en no reír demasiado, no interactúan demasiado con personas a las que quieren gustar, y se reduce, en definitiva, la vida social que puedan llevar a cabo.
Con los tratamientos de implantes dentales, se consigue que los pacientes puedan volver a llevar una vida normal. Podrán volver a reír y a hablar e incluso a bostezar, sin miedo a abrir la boca y que se le vean los huecos en las encías, por lo que el incremento en confianza y seguridad en uno mismo será notable.
Por otro lado, también se aumentará la autoconfianza a la hora de comer, ya que no se temerá el movimiento habitual de las dentaduras postizas. Al fin se podrá disfrutar de una cena en un restaurante sin temores y sin complejos.
Una mejor calidad de vida en general, gracias a los implantes dentales
Una vez que se acaban los complejos y la seguridad de estar más atractivos llega a nosotros, descubriremos todo un mundo de sensaciones y experiencias que sentíamos lejos de nuestro alcance.
Y es que el valor psicológico de estas intervenciones incide, de forma directa y muy positiva, en la calidad de vida, ya que garantizan la estética natural que siempre nos perteneció, sentiremos ese agradable sentimiento de volver a ser quienes realmente somos, veremos mejorado el aspecto de nuestra sonrisa y, por ende, sonreiremos más.
Los implantes dentales son prácticamente idénticos a los dientes naturales, y cumplen con la misma función, con la misma seguridad y eficacia. Estos aparatos nos harán sentir cómodos y confiados, seguros y felices, requisitos indispensables para mejorar en nuestra calidad de vida.
Pero, para acceder a estos tratamientos y mejorar nuestro aspecto estético, hay que responder a una pregunta crucial, más aún en estos tiempos de crisis constante en los que vivimos sumergidos. ¿Cuál es el precio de un tratamiento de implantología dental?
Precios (aproximados) de los implantes dentales
Efectivamente, a la hora de acceder a una mejor calidad de vida, la mayoría de las familias se dan de bruces con la realidad de la economía. Afortunadamente, los implantes son más económicos de lo que se pudiera suponer en un primer momento, aunque los precios fluctúan enormemente, desde los 230 hasta los 1000 euros, dependiendo de diferentes factores.
Los valores que más influyen en el precio son el que marque el trabajo el propio implantólogo, los medios tecnológicos de que disponga, que se trate de un implante dental de marca propia, es decir, la forma en que ha sido construido y los estudios que lo avalan.
Otros factores que inciden en el precio son el que tenga el protésico que construya la pieza que se coloca sobre el implante, ya sea corona o prótesis, y, por último, los problemas y circunstancias que plantee el propio paciente en el momento de aplicarle el implante.
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